Alegoría de la II República
En esta ocasión y como reconocimiento a la participación fundamental que tuvieron los municipios en el advenimiento de la II República, traemos los bandos publicados por los respectivos alcaldes de dos ciudades como Barcelona y Madrid. La monarquía cae por la voluntad popular, por un pueblo que decide hacerse dueño de su propio destino al deshacerse de la podrida carga que representaba la monarquía. La República la trajo el pueblo, como escribiera Luis de Zulueta: No vino del brazo de un general osado ni de un caudillo ambicioso; no nace de un pronunciamiento militar ni de un Golpe de Estado. Nace de la voluntad popular expresada en las urnas. En los bandos que se reproducen, como en tantos otros documentos de aquellos primeros días, hay una constante llamada al orden y a la serenidad en la celebración. Jaume Aguadé afirma que todo atentado contra el orden es un atentado contra la República y Pedro Rico hace una apelación a que en vuestra justa alegría y sus naturales expansiones tengáis presente que las obras que son ornato de la ciudad
«Jaime Aguadé Miró, alcalde de Barcelona, hace público que se ha proclamado la República en Cataluña, habiéndose constituido el Ayuntamiento popular de la ciudad de acuerdo con el resultado de la lucha electoral de anteayer, en solemne e histórica sesión celebrada en el Salón de Ciento de estas Casas Consistoriales.
Como primer magistrado de Barcelona, tengo la satisfacción de elogiar la cívica conducta de nuestra ciudad, que se ha comportado con un admirable orden, propio de un pueblo que tiene plena conciencia de sus deberes y derechos, y mi primer deseo es que el orden no sea perturbado porque cuanto más serenamente nos comportemos en estos momentos de emoción, más dignos nos haremos de la alta causa que nos ha elevado a este lugar de honor. Todo atentado contra el orden es ahora un atentado contra la República. Estoy convencido de que la vida de la ciudad se desarrollará normalmente y que el trabajo no sufrirá interrupción de ninguna clase, como es propio del civismo que habéis demostrado todos en esta jornada memorable.
Nosotros ya nos hemos hecho cargo de los servicios públicos, cuyo funcionamiento queda absolutamente garantido, y así nada podrá interrumpir la vida de la ciudad de nuestros amores. Esperamos que ahora más que nunca, toda Barcelona, con su entusiasmo, cooperará a facilitar nuestra tarea en estos trascendentales instantes, para asegurar definitivamente los nobles ideales que con su corriente desbordante han desechado los tristes despojos de un régimen caduco, incompatible con la libertad de los pueblos».
Barcelona, 14 de abril de 1931. El alcalde, Jaime Aguadé Miró
Barcelona, 14 de abril de 1931. El alcalde, Jaime Aguadé Miró
Madrileños:
Me ha cabido la honra inestimable de ser, por los votos populares, vuestro primer alcalde de la República.
En nombre de ella os saludo y me uno de todo corazón a vuestro regocijo por el advenimiento de una era de libertad en que la expresión de la voluntad nacional es y ha de ser la suprema ley. El día de hoy es de fiesta, y se ha declarado de fiesta nacional oficialmente.
Me ha cabido la honra inestimable de ser, por los votos populares, vuestro primer alcalde de la República.
En nombre de ella os saludo y me uno de todo corazón a vuestro regocijo por el advenimiento de una era de libertad en que la expresión de la voluntad nacional es y ha de ser la suprema ley. El día de hoy es de fiesta, y se ha declarado de fiesta nacional oficialmente.
Pero la verdadera fiesta de la República que hemos conquistado y que es preciso defender y conservar, es el trabajo que sobre todas las cosas honra y enaltece a los pueblos. Así, mañana mismo, yo espero que consciente de un deber que sobre todo os impone vuestra propia conciencia libre y el amor de España, os reintegréis a la labor cotidiana y fecunda con toda la fe, con toda la seriedad, el ahínco y el entusiasmo propio de un pueblo libre y penetrado de su alta misión en el mundo.
No tengo que deciros entre tanto sino que vuestra justa alegría y sus naturales expansiones tengáis presente que las obras que son ornato de la ciudad, cualquiera que sea su representación, significan la supremacía del arte y deben ser respetadas por vuestra bien acreditada cordura.
La Banda Municipal dará hoy, a las cinco en el paseo de Rosales, con asistencia del Ayuntamiento, un concierto de espíritu eminentemente popular y republicano, al que espero asistiréis para escuchar esos himnos de fraternidad y de amor, a los que se ha mezclado siempre la voz entusiasta de los pueblos libre.
Madrid, 15 de abril de 1931
Vuestro Alcalde, Pedro Rico
Madrid, 15 de abril de 1931
Vuestro Alcalde, Pedro Rico
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