domingo, 11 de septiembre de 2011

Bono enaltece a Fraga


Es la penúltima y desafortunada salida de tono de José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados. El envío de una carta a Manuel Fraga, en la que enaltece su figura, como motivo de su, por fin, abandono de la actividad política.

La dichosa carta no tiene desperdicio. Y no la hace a título personal, sino como Presidente del Congreso de los diputados y como tal representa a todos los españoles y Bono no debería tomarse esas ligerezas. Algo innecesario dado que Fraga no es diputado sino senador, lo que evidencia aún más la cercanía política de Bono hacia lo que representa Fraga.

Empieza Bono mostrando su “Gratitud, por lo mucho que en tu larga vida has dado por España”. No sé si Bono tendrá mucho que agradecer a Fraga, pero no creo que el resto de los españoles tengamos que agradecer mucho a ese dinosaurio político. Más bien lo contrario. Fraga siempre ha sido un freno para la libertad, cuando no un instrumento represivo en manos de los sectores más reaccionarios de la sociedad.

Continua reconociéndole “el trabajo que has hecho a favor de la convivencia y de la construcción de una España en la que quepamos todos, sin sectarismo ni exclusiones”. La memoria de Bono parece floja o intencionada, porque no acordarse de lo mucho que hizo Fraga por la convivencia es querer tapar parte de la historia negra de la transición española. Fraga fue el responsable político de los sucesos de Montejurra y Vitoria y de la persecución política de los demócratas y progresistas que pretendíamos una España mejor y más justa que la que Fraga pretendía imponer, como heredero del Franquismo que era y es. Bono tampoco se acuerda del rechazo de Fraga a la legalización del Partido Comunistas y a la aprobación de la Constitución Española. Ni sectario ni exclusor.

Los halagos y baboseos se Bono hacia Fraga se incrementan cuando afirma que “siempre te he visto como un gran español y un patriota de bien”. Un gran español que presumía de que la calle era suya y reprimía a todos demócrata que no estuviera de acuerdo con sus principios del movimiento y como no, un patriota que pretendía solucionar el problema de las pateras a cañonazos, entre otras lindezas.

Y para finalizar una gran guinda. Deseándole buena salud le manifiesta que “Así lo pido también al Señor, al mismo que ambos reconocemos como camino y vida”. Excelente despedida oficial de un Presidente del Congreso de un país no confesional a un dinosaurio de la política. A Bono solo le ha faltado agradecerle a Fraga su empeño por salvar a los españoles de las hordas marxistas, de la conspiración judeo-masónica, de la represión de los vagos y maleantes y porque no, de los gays y lesbianas. Toda una apología de lo más retrogrado de la política española.

Lo único bueno es que con esta despedida también se despide de la política activa el propio Bono. Es un alivio, ya no volveremos a ver los espectáculos bochornosos a los que nos ha tenido acostumbrado durante toda la legislatura. Ahora podrá dedicarse en alma y cuerpo a cultivar sus amistades tipo Fraga y defender con la vehemencia que le caracteriza a la iglesia católica, sus privilegios y sus dirigentes.

¿Volverá sustentado por las alas de las gaviotas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario