Le retira la pena de tres meses de arresto y la
inhabilitación para ejercer cargos de administración que le había impuesto el
Tribunal Supremo por una causa que se inició en 1994 a raíz de una denuncia
falsa en Banesto
Lo mejor que te puede ocurrir en este puñetero
país es ser un chorizo con corbata. Un estafador engominado. Un ladrón con traje de 1.500 euros. Porque
así siempre habrá un Gobierno meapilas que te salvará el culo, y antes de abandonar
penosamente el poder mantendrá tu “honorabilidad” para que desde el Banco de
España puedas seguir puteando impunemente a todo currito que se te ponga por
delante. Una Vergüenza. Sí, con mayúscula.
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